PERCEPCIÓN, Concepción genética de la

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PERCEPCIÓN, Concepción genética de la: Se ha concebido la percepción en su carácter sensorial. Es cierto que participamos de este carácter sensorial e instintivo de los VIVIENTES NO PERSONALES. Nuestra percepción, sin embargo, no es sensorial, ni instintiva, sino ontológica; esto es, está más allá de lo sensible, de lo instintivo, de lo emocional, que concurren en la naturaleza humana, aunque estas funciones son incluidas como caracteres de la percepción que es, en sí misma, ontológica; de este modo, tenemos el carácter sensible, carácter instintivo, carácter emotivo, carácter reflexivo, etc., de nuestra percepción humana. Así pues, percibimos todas las cosas no sin el carácter sensible, instintivo, emotivo, reflexivo… de nuestra percepción o consciencia ontológica .

La percepción, que viene del verbo latino percipio, tiene el significado de recoger, tomar posesión de aquello que se hace presente al espíritu; es, en la persona humana, disposición noética o capacidad de apercepción espiritual frente a la simple aprehensión estimúlica y responsiva de los seres impersonales. La percepción es, en este sentido, el sustrato formal de la consciencia ontológica.

La percepción y el conocimiento ontológicos poseen diversos caracteres o funciones en virtud de su sicosomatización:

a)    carácter o función sensible de la percepción y del conocimiento, que es la presencia del objeto sensorialmente aprehendido mediante los SENTIDOS EXTERNOS E INTERNOS ;

b)    carácter o función estimúlica, instintual, pulsional de la percepción y del conocimiento, que es la presencia del objeto aprehendido estimúlica, instintual y pulsionalmente;

c)    carácter o función sentimental, emotiva y pasional de la percepción y del conocimiento, que es la presencia del objeto aprehendido sentimental, emocional y pasionalmente;

d)    carácter racional, desiderativo e intencional de la percepción y del conocimiento, que es la presencia del objeto racional, desiderativa e intencionalmente aprehendido;

e)    carácter intuitivo, fruitivo y unitivo de la percepción y del conocimiento, que es la presencia del objeto intuitiva, fruitiva y unitivamente aprehendido.

En la percepción y conocimiento ontológicos, debido a su sicosomatización, se dan, interactuantes, todos los caracteres, aunque pueden dominar unos más que otros. El dominio de uno o más caracteres de la percepción y conocimiento ontológicos depende:

a)    si nos referimos al objeto, de su categoría y de las circunstancias en que se puede presentar;

b)    si nos referimos a quien percibe, de su temperamento o carácter, de su educación, formación o cultura, y de las necesidades, intereses o motivaciones.

La función sensible de la percepción ontológica no puede separarse, en orden al conocimiento, de las otras funciones: la imaginativa, la racional, la volitiva, la intencional, la intuitiva. El enunciado es simple: la función sensible es dada con la función imaginativa, racional, volitiva, intencional, intuitiva, etc. Hay, por tanto, diversas funciones interactivas de la percepción; en ningún caso, diversas percepciones. La percepción del ser humano es, dianoetíca o hipernoetíca , “percepción ontológica” de la que son sus caracteres o funciones todo lo demás: lo sensible externo e interno, lo racional, lo desiderativo, lo emotivo, lo imaginativo. Todas estas funciones dependen, ciertamente, de la percepción ontológica que es lo que da a aquellas unidad, dirección y sentido . La polarización de la percepción ontológica en cada una de sus funciones da lugar a los perceptores. Existen tantas clases de perceptores como funciones: perceptores sensoriales, perceptores instintivos, perceptores emotivos, perceptores racionales, perceptores intuitivos, perceptores fruitivos, perceptores mnésicos, perceptores desiderativos, perceptores intencionales, perceptores conectivistas, etc.

Si, por otra parte, añadimos a la percepción ontológica la comunicación ontológica, de la cual no puede aquella separarse, la polarización de la percepción comunicativa se da asimismo en el lenguaje, en la lógica, en la sintaxis, en tal grado que existen también perceptores de carácter verbal, como son los perceptores lingüísticos, perceptores semánticos, perceptores sintácticos, perceptores lógicos, que acompañan, inseparablemente, a los perceptores de carácter noético: sensoriales, instintivos, emotivos, racionales.

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