EGOTIZACIÓN
EGOTIZACIÓN: Es el acto del yo por el cual este entra dentro de sí y refiere todo a sí mismo. Este acto del YO , al ser disgenético, es el ego o degradación del yo. De aquí se derivan términos que expresan las diversas degradaciones del yo: egoísmo, egofrenia, egocentrismo, egolatría, egolalia, egotismo…
Cuando entramos en la UNIDAD DE VIVENCIA , podemos percibir que no hay límites, que el espacio y el tiempo quedan superados, que la CREENCIA, la expectativa y el amor son vividos como dones que nos ponen en comunicación con el infinito mundo del modelo absoluto . Si esto no sucede, la CREENCIA, la expectativa y el amor se degradan poniéndose en función, no del “yo +”, sino del “yo -”. Este “-” es la egotización del “yo” que, haciendo dejación de sus funciones, se sumerge en un vivir sicobiológico a la deriva, con el que, conscientemente, se identifica. Esta inmersión es el EGO que proyecta su experienciación de la realidad a su propia imagen y semejanza; esto es, conforme a una finitud que no puede salir de su propia finitud. La egotización es, pues, impotencia para transcender; es incapacidad para la experienciación de un éxtasis que carga la idealización semánticamente, y la desideralización emotivamente, con nuevos contenidos espirituales; es, en fin, insensibilidad para percibir el divino mundo del modelo absoluto.
El egoísmo es, por otra parte, una actitud moral que, radicada en la egotización, tiene el supuesto, no de la estructura transcendental del espíritu, antes bien, de la “malicia posible” de su estructura formal. La degradación de la libertad reside en la actualización por el propio ser humano de esta malicia posible del espíritu.
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