INSPIRACIÓN CONSTITUTIVA Y SANTIFICANTE
INSPIRACIÓN CONSTITUTIVA Y SANTIFICANTE: F. Rielo habla de inspiración constitutiva, que, en virtud de la DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA del modelo absoluto , se da a todos los seres humanos, y de la inspiración santificante que, en virtud de la divina presencia santificante o mística procesión , la reciben los bautizados. El fruto de la inspiración constitutiva hay que ganárselo con el esfuerzo, con la disposición y con la escucha: «Ganarás el pan con el sudor de tu frente» (Gén 3,19); la inspiración santificante, que es elevación de la inspiración constitutiva al orden sobrenatural, es dada con el don de la fe, y exige no menos esfuerzo, disposición y escucha.
¿Por qué la inspiración constitutiva es patrimonio de todos los seres humanos? – Con palabras de nuestro autor, el amor, no exento de dolor, es nuestra forma principal de relación con el absoluto; pero puede ser degradado, personal o culturalmente. Por eso, todas las religiones y culturas hablan del amor y de la protección de este amor mediante mandamientos o leyes. Si suplantamos el absoluto y el amor con ideologías y otras desviaciones, o simplemente distorsionando el concepto ‘hombre’, aparecerán diversas disgenesias (Véase DISGENESIA) de todo orden: división, conflictos, odios, y, en general, el mal y el pecado provocado por el propio hombre. Por el contrario, la creatividad, y los grandes valores y empresas humanos, proceden de una generosidad como respuesta a la inspiración constitutiva de amor, y a la inspiración santificante. La inspiración constitutiva es una gracia fundamental o fundante que posee todo ser humano; sin ella, la libertad carecería de responsabilidad. Esta inspiración no es negada a los no creyentes e, incluso, a personas del mal comportamiento moral; pero también hay que ganarla con la actitud, el esfuerzo, y la exigencia. El poeta se siente cómodo con la inspiración, pero, a su vez, sabe que tiene que trabajar mucho para desarrollarla. A su vez, la inspiración santificante es la inspiración constitutiva elevada al orden sobrenatural o cristológico.
Según el fundador de la Escuela Idente, inspiración mística, como procesión ad extra, es «recrearme inspirando con el Espíritu Santo —Él divinamente y yo místicamente— al Padre y al Hijo, y con el Espíritu Santo y en el Padre y el Hijo, inspirar místicamente a otros seres humanos»[1].
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- ↑ F. Rielo, En el corazón del Padre, ob. cit., 55.