NADA, Concepción genética de la
NADA, Concepción genética de la: ¿Cómo responder a la pregunta “por qué el ser, y no la nada”, desde la concepción genética de la nada? –_ Según nuestro teólogo metafísico, está claro que a la pregunta “¿por qué el ser, y no la nada?”, hay que responder, metafísicamente, porque existe el sujeto absoluto constituido por seres personales en INMANENTE COMPLEMENTARIEDAD INTRÍNSECA , que hacen imposible la nada absoluta. Esta activa imposibilidad de la nada absoluta ad extra, desde toda la eternidad, es POSIBILIDAD GENÉTICA de seres y cosas; por tanto, posibilidad de la libre creación por el sujeto absoluto . La POSIBILIDAD GENÉTICA, la libre creación de seres y cosas, y la libre actuación del sujeto absoluto en los seres y en las cosas, es toda la realidad que no es el sujeto absoluto determinada por el proprio sujeto absoluto.
Existimos porque no existe la nada absoluta. Tenemos experiencia del ser y de la carencia del ser —sobre todo de la carencia de ser que significa nuestra finitud—; tenemos experiencia de lo contingente, del mal, de la muerte, etc.; tenemos experiencia del vacío porque el vacío es “algo”; en ningún caso, tenemos experiencia de la nada absoluta porque esta no existe.
Cuando nuestro autor afirma, en algunas ocasiones, que Dios nos crea de nuestra nada singular, está hablando de la concepción genética de la nada; esto es, de la POSIBILIDAD GENÉTICA. A la pregunta ¿en qué consiste la concepción genética de la nada?, hay que responder: “consiste en la POSIBILIDAD GENÉTICA”. Por tanto, lo que está diciendo es que Dios nos crea, libremente, de “nuestra POSIBILIDAD GENÉTICA”, ya que cada uno de los seres creados han sido creados en virtud de tener la propia POSIBILIDAD GENÉTICA de ser. Dios posee ad extra: por su omnisciencia, todas las posibilidades; por su omnipotencia, el poder de que de estas posibilidades surjan seres y cosas; por su libertad, el hecho de crear todos y cada uno de los seres y cosas que han existido, existen y existirán. La libertad divina es la síntesis de la omnisciencia y omnipotencia divinas. No es correcto decir que Dios crea porque es omnisciente o porque es omnipotente, sino que Dios crea en virtud de su libertad absoluta: libertad que es, al mismo tiempo, omnisciente y omnipotente. Sabemos, además, que la libertad divina no puede ser sino ‘amor’; por tanto, es un amor omnisciente y omnipotente. Podemos concluir con una máxima conocida: “Dios crea el mundo y a nosotros mismos por amor”.
¿Cómo se salva ‘la gratuidad’, la no necesidad para Dios, de la creación si no se admite la nada absoluta, desde el absoluto relacional? – Se salva la gratuidad y la no necesidad de la creación, excluyendo la nada absoluta, cuando se entiende correctamente el sistema genético. F. Rielo habla de la concepción genética de la nada o POSIBILIDAD GENÉTICA . Hablar de ‘nada absoluta’ es incurrir en la PARADOJA DEL DOBLE ABSOLUTO que puede formularse del siguiente modo:
a) si existieran dos absolutos, o serían absolutamente lo mismo o serían absolutamente distintos;
b) si fueran absolutamente lo mismo, nos encontraríamos con el absurdo de la identidad absoluta;
c) si fueran absolutamente distintos, nos encontraríamos con el absurdo de la contradicción absoluta;
d) luego únicamente puede existir un solo y único sujeto absoluto constituido: a nivel racional o de la videncia suficiente, por dos personas divinas realmente distintas en INMANENTE COMPLEMENTARIEDAD INTRÍNSECA; a nivel revelado o de la videncia satisfacible, por tres personas divinas realmente distintas en inmanente complementariedad intrínseca.
Por tanto, lo que no es el sujeto absoluto no puede ser ni el ser absoluto ni la nada absoluta, sino ‘algo’, que no es el sujeto absoluto, pero que es a priori (desde toda la eternidad) establecido ad extra por el proprio sujeto absoluto como POSIBILIDAD GENÉTICA de existencia de seres y cosas. Este “algo” es, antes de la creación de los seres y de las cosas, el VACÍO DE SER: un vacío que, no pudiendo ser absoluto, es POSIBILIDAD GENÉTICA ad extra o diseño genético de lo que no es el sujeto absoluto por el proprio sujeto absoluto. En otras palabras, si no existen el ser absoluto ad extra y la nada absoluta ad extra, lo que existe es la POSIBILIDAD GENÉTICA de ser, establecida a priori por dos seres personales, en inmanente complementariedad intrínseca, en el nivel dianoético (o tres seres personales en inmanente complementariedad intrínseca en el nivel hipernoético) que constituyen el único sujeto absoluto. En esto consiste la concepción genética de la unicidad (Véase Unidad y Unicidad) del sujeto absoluto (únio sujeto absoluto) y de lo que no es el sujeto absoluto sujetado por el propio sujeto absoluto. Lo que no es el sujeto absoluto es POSIBILIDAD GENÉTICA (estructuración de la concepción genética de la nada) antes de la libre creación de los seres y de las cosas con sus leyes y fenómenos. El acto creador es, efectivamente, por el libre amor de la inteligencia y de la voluntad divinas, síntesis de la omnisciencia y omnipotencia.ética de la nada? –_ Según nuestro teólogo metafísico, está claro que a la pregunta “¿por qué el ser, y no la nada?”, hay que responder, metafísicamente, porque existe el sujeto absoluto constituido por seres personales en INMANENTE COMPLEMENTARIEDAD INTRÍNSECA , que hacen imposible la nada absoluta. Esta activa imposibilidad de la nada absoluta ad extra, desde toda la eternidad, es POSIBILIDAD GENÉTICA de seres y cosas; por tanto, posibilidad de la libre creación por el sujeto absoluto . La POSIBILIDAD GENÉTICA, la libre creación de seres y cosas, y la libre actuación del sujeto absoluto en los seres y en las cosas, es toda la realidad que no es el sujeto absoluto determinada por el proprio sujeto absoluto.
Existimos porque no existe la nada absoluta. Tenemos experiencia del ser y de la carencia del ser —sobre todo de la carencia de ser que significa nuestra finitud—; tenemos experiencia de lo contingente, del mal, de la muerte, etc.; tenemos experiencia del vacío porque el vacío es “algo”; en ningún caso, tenemos experiencia de la nada absoluta porque esta no existe.
Cuando nuestro autor afirma, en algunas ocasiones, que Dios nos crea de nuestra nada singular, está hablando de la concepción genética de la nada; esto es, de la POSIBILIDAD GENÉTICA. A la pregunta ¿en qué consiste la concepción genética de la nada?, hay que responder: “consiste en la POSIBILIDAD GENÉTICA”. Por tanto, lo que está diciendo es que Dios nos crea, libremente, de “nuestra POSIBILIDAD GENÉTICA”, ya que cada uno de los seres creados han sido creados en virtud de tener la propia POSIBILIDAD GENÉTICA de ser. Dios posee ad extra: por su omnisciencia, todas las posibilidades; por su omnipotencia, el poder de que de estas posibilidades surjan seres y cosas; por su libertad, el hecho de crear todos y cada uno de los seres y cosas que han existido, existen y existirán. La libertad divina es la síntesis de la omnisciencia y omnipotencia divinas. No es correcto decir que Dios crea porque es omnisciente o porque es omnipotente, sino que Dios crea en virtud de su libertad absoluta: libertad que es, al mismo tiempo, omnisciente y omnipotente. Sabemos, además, que la libertad divina no puede ser sino ‘amor’; por tanto, es un amor omnisciente y omnipotente. Podemos concluir con una máxima conocida: “Dios crea el mundo y a nosotros mismos por amor”.
¿Cómo se salva ‘la gratuidad’, la no necesidad para Dios, de la creación si no se admite la nada absoluta, desde el absoluto relacional? – Se salva la gratuidad y la no necesidad de la creación, excluyendo la nada absoluta, cuando se entiende correctamente el sistema genético. F. Rielo habla de la concepción genética de la nada o POSIBILIDAD GENÉTICA . Hablar de ‘nada absoluta’ es incurrir en la PARADOJA DEL DOBLE ABSOLUTO que puede formularse del siguiente modo:
a) si existieran dos absolutos, o serían absolutamente lo mismo o serían absolutamente distintos;
b) si fueran absolutamente lo mismo, nos encontraríamos con el absurdo de la identidad absoluta;
c) si fueran absolutamente distintos, nos encontraríamos con el absurdo de la contradicción absoluta;
d) luego únicamente puede existir un solo y único sujeto absoluto constituido: a nivel racional o de la videncia suficiente, por dos personas divinas realmente distintas en inmanente complementariedad intrínseca; a nivel revelado o de la videncia satisfacible, por tres personas divinas realmente distintas en inmanente complementariedad intrínseca.
Por tanto, lo que no es el sujeto absoluto no puede ser ni el ser absoluto ni la nada absoluta, sino ‘algo’, que no es el sujeto absoluto, pero que es a priori (desde toda la eternidad) establecido ad extra por el proprio sujeto absoluto como POSIBILIDAD GENÉTICA de existencia de seres y cosas. Este “algo” es, antes de la creación de los seres y de las cosas, el VACÍO DE SER: un vacío que, no pudiendo ser absoluto, es POSIBILIDAD GENÉTICA ad extra o diseño genético de lo que no es el sujeto absoluto por el proprio sujeto absoluto. En otras palabras, si no existen el ser absoluto ad extra y la nada absoluta ad extra, lo que existe es la POSIBILIDAD GENÉTICA de ser, establecida a priori por dos seres personales, en inmanente complementariedad intrínseca, en el nivel dianoético (o tres seres personales en inmanente complementariedad intrínseca en el nivel hipernoético) que constituyen el único sujeto absoluto. En esto consiste la concepción genética de la unicidad (Véase Unidad y Unicidad) del sujeto absoluto (únio sujeto absoluto) y de lo que no es el sujeto absoluto sujetado por el propio sujeto absoluto. Lo que no es el sujeto absoluto es POSIBILIDAD GENÉTICA (estructuración de la concepción genética de la nada) antes de la libre creación de los seres y de las cosas con sus leyes y fenómenos. El acto creador es, efectivamente, por el libre amor de la inteligencia y de la voluntad divinas, síntesis de la omnisciencia y omnipotencia.
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