SICOSOMA
SICOSOMA: La palabra sicosoma, de la que deriva el adjetivo sicosomatizado, viene de la composición de dos sustantivos griegos, ψυχή [psique] y σῶμα [soma], que significan, respectivamente, alma o sique y cuerpo o soma. El alma es un complejo de funciones síquicas y el cuerpo es la integral biológica del alma sin la cual aquel carece de vida.
Hay que distinguir, en efecto, espíritu, alma y cuerpo en tal grado que el alma humana participa de los dos entes:
transcendental, el espíritu con sus funciones sicoespirituales;
formal, el cuerpo con sus funciones sicosomáticas.
Los vivientes impersonales, al no poseer espíritu, solo tienen funciones sicosomáticas o estimúlicas. En el momento de la concepción biológica, Dios crea el espíritu y lo infunde en el sicosoma codificado en el embrión. Este sicosoma es el precedente HOMÍNIDO. Al crear Dios el espíritu e infundirlo en el sicosoma, se produce una reducción a cero (Véase REDUCCIONES A CERO) ontológico de la forma homínida, asumiendo el espíritu las funciones sicológicas y orgánicas, en tal grado que el ACTO ONTOLÓGICO del espíritu cumple las funciones que cumpliría el ACTO ONTOLÓGICO del sicosoma del precedente HOMÍNIDO. En este sentido, el espíritu humano, libremente creado por el sujeto absoluto, es un ESPÍRITU SICOSOMATIZADO , inhabitado por la DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA del sujeto absoluto . El absoluto crea el espíritu y lo infunde con su DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA en el sicosoma asumiendo todas y cada una de las funciones sicológicas y orgánicas, en tal grado que la sique humana es una sique espiritual que asume también las funciones orgánicas. El espíritu está, pues, en toda la complejidad de la sique y en toda la compositividad del soma de manera que el espíritu está presente, como Cristo en todas las partes de la Eucaristía —si vale la comparación—, en cada célula del organismo mientras la célula cumpla su función orgánica en el sicosoma asumido.
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