RACIONALISMO, VOLUNTARISMO E INTENCIONALISMO
Racionalismo, voluntarismo e intencionalismo: Cuando la razón sustituye a la consciencia , aquella se deforma en la multitud de juicios y estimaciones de quien parece saberlo todo, pero no siente ni ama nada, o siente poco y ama poco, o siente lo que no debe sentir y ama lo que no debe amar. Sucede lo mismo con la tozudez del voluntarioso, que sustituye la consciencia potestativa por la voluntad, o con el intencionalismo de quien ha sustituido también la consciencia potestativa por la INTENCIÓN. La sabiduría del amor y de la generosidad se diferencia del intelectualismo, del voluntarismo y del intencionalismo en que estos son acopio desmedido de RAZÓN, de voluntad y de INTENCIÓN, sin otro horizonte que la manipulación de grandes cantidades de información, de un afán excesivo de voluntariedad y del ejercicio de la INTENCIÓN a la deriva. La racionalidad, la voluntariedad y la intencionalidad, carentes de la sabiduría, fortaleza y piedad del amor, son, fruto de la ignorancia, debilidad y perversidad morales, despersonalizantes. Debemos huir de estas tres tendencias —racionalidad, voluntariedad e intencionalidad— cuya ABSOLUTIZACIÓN (Véase ABSOLUTIZACIÓN y ABSOLUTIZAR) se debe a la actitud egotizadora de la que el ser humano se ha dejado llevar, o en la que se ha sumergido consciente o subconscientemente. De estas tres tendencias, que son egotizaciones de la consciencia potestativa, el voluntarismo es EGOTIZACIÓN (Véase EGO y EGÓTICO) voluntaria de la consciencia.
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