VIDA, Concepción genética de la

VIDA, Concepción genética de la: La consciencia absoluta es PLENITUD DE SER del estado absoluto de ser de las personas divinas constituyéndose en omnisciente vida omnipotente. Lo mismo hay que afirmar del amor absoluto: este es PLENITUD DE SER del ACTO ABSOLUTO de ser de las personas divinas constituyéndose en omnipotente vida omnisciente. El enunciado es preciso: si nos referimos a la consciencia absoluta, la omnisciente vida omnipotente es congenitud o concepción genética de la sustancia; si me refiero al amor absoluto, la omnipotente vida omnisciente es transverberación o concepción genética de la esencia. El conocimiento absoluto o divino es, en efecto, omnisciente vida omnipotente de las personas divinas entre sí. Dicho de un modo más simple: la congenitud se refiere al conocimiento divino, que, siendo vida absoluta, todo lo puede; la transverberación se refiere, a su vez, al poder divino, que, siendo vida absoluta, todo lo conoce.

Todo en las personas divinas es PLENITUD DE SER; consiguientemente, todo es en las personas divinas vida absoluta. Si me refiero al conocimiento absoluto, congénesis transververativa o transverberación congenética —esto es, a la concepción genética de la sustancia o consciencia potestativa y a la concepción genética de la esencia o potestad consciencial—, aquel es plenitud de ser; por tanto, es vida absoluta o infinita.

Si nos referimos al ámbito ad extra del modelo absoluto , observamos que las cosas, por ejemplo, “existen”, pero no decimos que “viven”. Las cosas no tienen vida; solo los seres personales y los seres impersonales. Lo mismo hay que afirmar del sustantivo “ser”: llamar “seres” a las cosas es impropio; debe reservarse este término, dentro de la CONCEPCIÓN GENÉTICA DEL PRINCIPIO DE RELACIÓN , para denominar a los vivientes personales e impersonales. Otro asunto es la utilización del verbo ser. Así decimos que las cosas “son”, que es distinto que afirmar que son “seres”. Las cosas con sus fenómenos son, sobre todo, estructuras cuantificacionales o composicionales, producto de la interacción de las cuatro fuerzas científicamente conocidas. Puede afirmarse, en definitiva, que todo lo que vive existe, pero no todo lo que existe vive.

¿Cómo distingue F. Rielo los conceptos de ‘vida y existencia’ en el modelo GENÉTICO? – No hay que confundir ‘vida’ con ‘existencia’ , aunque la existencia de las personas divinas sea su propia vida absoluta. Las cosas, por ejemplo, ‘existen’, pero no viven. Puede afirmarse que todo lo que vive existe, pero no todo lo que existe vive. Esto nos ayudará a entender, según nuestro autor, que las personas divinas no se dan la existencia, porque habría que admitir la creación ad intra: el Padre no da al Hijo la existencia, pues, en este caso, el Hijo resultaría creado por el Padre. Las personas divinas no se dan la existencia, pero se comunican la forma personal de su única existencia. ¿Qué quiere decir esto? Que las personas divinas se comunican entre sí su forma de vida absoluta. ¿Cómo? – El Padre engendrando al Hijo; el Padre con el Hijo espirando al Espíritu Santo, y el Espíritu Santo inspirando al Padre con el Hijo.