DESEO
DESEO: El deseo es la función sicosomática asumente de la facultad volitiva, lo mismo que la razón es la función sicosomática asumente de la facultad intelectiva, y la INTENCIÓN es la función sicosomática de la facultad unitiva. Si la facultad unitiva es la síntesis de la facultad intelectiva y facultad volitiva, la INTENCIÓN lo es de la razón y del deseo.
El carácter transcendente del deseo se debe a que la FRUICIÓN , activada por la EXPECTATIVA , abre el deseo a la transcendencia de la DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA del modelo absoluto . Este carácter transcendental del deseo hace que este no se quede en sistema de normas familiares, culturales y sociales que condicionan el comportamiento. Este carácter transcendente puede cuestionar y desarticular un sistema de creencias rígido e invalidante y su reemplazo por otro abierto y movilizante. La paz y la alegría son el resultado de la respuesta positiva al carácter transcendente del deseo.
Cuando no hay respuesta positiva al carácter transcendente, intervienen en los deseos los MECANISMOS SICOÉTICOS DE DEFENSA , dando lugar al carácter neurótico de los deseos al estar bajo el influjo de la EGOTIZACIÓN , como pueden ser los deseos desviados o desordenados, cuya raíz se encuentra en el INSTINTO DE FELICIDAD y la CONSCIENCIA DE SEPARACIÓN .
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