INHABITACIÓN ONTOLÓGICA

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INHABITACIÓN ONTOLÓGICA: La persona humana consiste en la unidad de tres entes, espíritu, sique y cuerpo, en la que el espíritu, inhabitado por la presencia constitutiva de las personas divinas, es la sede del yo que, con su _potestad ontológica_ , asume, ontológicamente, la complejidad de funciones de la sique con su integral somático. Esta inhabitación constitutiva del sujeto absoluto en el espíritu hace que la persona humana sea mística u ontológica DEIDAD formada por la divina o metafísica Deidad. La persona humana es, en este sentido, intimidad que, exigencialmente abierta al absoluto y constituida genéticamente por la divina presencia de este, no es identificable con lo síquico y con lo orgánico. Esta concepción genética de la intimidad da razón del agustiniano Tu autem interior intimo meo. La intimidad absoluta o metafísica, de la que es imagen y semejanza la intimidad mística de la persona humana, es la extasiación de las personas divinas entre sí. El enunciado es exacto: las personas divinas, en estado de INMANENTE COMPLEMENTARIEDAD INTRÍNSECA , se extasían entre sí constituyendo, al mismo tiempo, única naturaleza, única sustancia, única esencia divinas. El éxtasis de amor de las personas divinas entre sí es apoteosis absoluta de su ser, estar y existir. La esencia de la Santísima Trinidad, expresada por el Ὁ θεὸς ἀγάπη ἐστίν[«Dios es amor» (1Jn 4,16)], consiste en la transverberación absoluta , divina apoteosis del éxtasis de amor que se compenetran las personas divinas entre sí.

La persona humana es una unidad poseedora de dos realidades ontológicas: su creación por el sujeto absoluto y, a su vez, la DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA , inhabitatio divina, del ACTO ABSOLUTO. La persona humana posee, pues, dos elementos: creado, el ESPÍRITU SICOSOMATIZADO ; increado, la divina presencia constitutiva que deja al espíritu en estado, acto, forma y razón de ser deitático. Esta inhabitación por divina presencia constitutiva del ACTO ABSOLUTO es la que define a la persona humana como mística deidad a imagen y semejanza de la divina Deidad. El enunciado es preciso: Las personas divinas definen bajo la razón de único sujeto absoluto y su ACTO ABSOLUTO a la persona humana.

La inhabitación del sujeto absoluto con su ACTO ABSOLUTO en la persona humana posee dos niveles: nivel deificans , en el que la inhabitación es por divina presencia constitutiva; nivel TRANSVERBERANS , por el que la inhabitación es por divina presencia santificante o mística procesión . La DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA que define, a nivel general, a todo ser humano desde el momento de la concepción, puede ser captada por una razón formada por la CREENCIA como estructura y operador infundido en el momento de la concepción. La divina presencia santificante o mística procesión es elevación al ámbito cristológico, merecido por la redención de Cristo, de la divina presencia constitutiva, elevando a su vez el acto, estado, forma y razón de ser del espíritu al orden santificante o salvífico. La divina presencia santificante o mística procesión puede ser captada por una razón formada por la fe teologal.

La inhabitación constitutiva de la Santísima BINIDAD en el nivel deificans no es salvífica, pero dispone y prepara al espíritu para recibir la inhabitación santificante de la Santísima TRINIDAD en el nivel TRANSVERBERANS (Véase _ Deificans y TRANSVERBERANS_).

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