TERCIO INCLUSO
TERCIO INCLUSO: Es la síntesis formal y transcendente de dos términos. Sus tres operativos son el functor, el conductor y el atractor. El tercio incluso es originante, procesionológico, fuente de originalidad. Hay que tener en cuenta, para comprender el tercio incluso, su movilidad adaptativa, su simplicidad y su capacidad de transformación. El tercio incluso organiza (coherencia y sistematización), reconoce los problemas y dificultades, recoge información, imagina soluciones, verifica, pone en práctica, promoviendo la aptitud y la actitud de la inteligencia, de la voluntad y de la facultad unitiva.
La DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA es el tercio incluso que, rompiendo la IDENTIDAD del ser humano en el ser humano, lo forma, lo constituye, lo define, lo abre a la transcendencia. El instrumento metodológico del tercio incluso, en última instancia, es el modelo absoluto . Así, el tercio incluso transcendental entre el sujeto y el objeto del conocimiento es la DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA del absoluto como PRINCIPIO EPISTÉMICO. Otro ejemplo: el tercio incluso formal entre la inteligencia y la voluntad es la facultad unitiva; el tercio incluso entre la vida contemplativa y la vida activa es la vida unitiva; y así sucesivamente. El tercio incluso es el instrumento metodológico que debemos tener permanentemente en nuestro pensar y en nuestro quehacer. Por último, en la TRINIDAD, el Espíritu Santo inspira al Padre con el Hijo la forma de la unidad absoluta en tal grado que el Espíritu Santo es el tercio incluso que se constituye en la forma de la geneticidad, de la transverberación, congénesis, CONFORMOGÉNESIS, CIRCUNGÉNESIS, CIRCUNLÓGESIS, del Padre en INMANENTE COMPLEMENTARIEDAD INTRÍNSECA con el Hijo.
No puede hablarse de realidad objetiva sin su apertura a la consciencia ; no puede hablarse de consciencia sin su apertura a la realidad objetiva; no puede hablarse tampoco de apertura sin un tercio incluso que, absoluto, pueda abrir y definir la realidad objetiva y la consciencia. Este tercio incluso es la fuente de validación y legitimación de la realidad objetiva y de la consciencia porque aquel es el modelo absoluto que se comporta como metafísica realidad o metafísica consciencia axiomática, fundamentante y principiante de la ontológica consciencia potestativa. La DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA del modelo absoluto es el tercio incluso que hace que la consciencia ontológica y la presencia del objeto interactúen en un sistema de observaciones y operaciones, que se enmarcan dentro de la enorme complejidad de los condicionantes. Reducir el límite formal de estos condicionantes, abriéndolos al límite transcendental, es dar a todas las dimensiones de la experiencia humana la dirección y el sentido del modelo absoluto.
Negado el tercio incluso, habríamos incurrido, en definitiva, en una concepción solipsista en la que el objeto y su representación serían productos cognitivos del propio conocimiento: un autoconocimiento que, llevado a límite, tendría como resultado el seudoabsoluto identitático “conocimiento en cuanto conocimiento” con el absurdo de sus CARENCIAS DE SENTIDO sintáctico, lógico y metafísico. Toda supuesta unidad, dirección y sentido que pueda proporcionar una consciencia egotizada se encontraría dentro de la siguiente alternativa: todo es explicable por la ciencia experimental con negación del ámbito experiencial, o todo conduce al nihilismo y al relativismo, donde la unidad, dirección y el sentido, dados de cualquier manera, quedarían a la deriva. Una consciencia egotizada llevaría, aprovechándose degenerativamente de su ontológico PATRIMONIO GENÉTICO , a la inmersión del yo en unas funciones sicosomáticas que, en última instancia, recrearían una representación subjetiva de una especie de todo, holismo, concebido a su medida, para obtener una seudovisión del mundo. Se pone de manifiesto, de este modo, el “todo cabe”, “todo vale” o “todo es justificable”, en aras de una supuesta tolerancia, de un supuesto conocimiento dialógico o de una supuesta libertad, regidos por límites convencionales o de EGOTIZACIÓN (Véase EGO y EGÓTICO) individual o colectiva, subjetiva o intersubjetiva.
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