EXISTENCIA, Concepción genética de la
EXISTENCIA, Concepción genética de la: Cuando decimos que las personas divinas se definen entre sí, estamos hablando de la CIRCUNGÉNESIS o plenitud de vida entre las personas divinas, que es, a la vez: congenética (Véase Congénesis), o plenitud de vida consciencial; transverberativa (Véase transverberación), o plenitud de vida amorosa; conformogenética (Véase CONFORMOGÉNESIS), o plenitud de vida connatural; y circunlógica (Véase CIRCUNLÓGESIS_), o plenitud de vida procesiológica.
Esto quiere decir lo siguiente:
que el Padre [] es la plenitud de vida del Hijo [ es el origen del gene];
que el Hijo [] es la plenitud de vida del Padre [ es el gene de ];
que la unidad del Padre con el Hijo [:] es la plenitud de vida del Espíritu Santo;
que el Espíritu Santo [] es la plenitud de vida de la forma de unidad del Padre con el Hijo [ es el fin del gene, , de ].
No constituyen tres vidas absolutas; antes bien, se constituyen en única plenitud de vida o existencia absoluta cuya forma procesiológica o circunlógica es:
la generación del Hijo por el Padre;
la espiración del Espíritu Santo por la unidad del Padre con el Hijo;
la inspiración de la forma de unidad del Padre con el Hijo por el Espíritu Santo.
La circunlógesis metafísica es, ciertamente, la razón de ser de las personas divinas entre sí, que es plenitud de vida que se transmiten por medio de sus procesiones. La razón de ser o circunlógesis es circungenética, congenética, transverberativa y conformogenética. En este sentido, las personas divinas son o se constituyen en única viviente definición absoluta (Véase VIVIENTE DEFINICIÓN TRANSCENDENTAL).
La definición absoluta es definición viviente porque las personas divinas, constituyéndose en única vida absoluta o PLENITUD DE SER , se definen vivientemente entre sí. El enunciado es sencillo: el Padre, definiens agens del Hijo, es manifestación absoluta de la vida del Hijo ( es el origen del gene); el Hijo, definiens receptivus del Padre, es manifestación absoluta de la vida del Padre ( es el gene de ]; la unidad del Padre con el Hijo, definiens coagens del Espíritu Santo, es manifestación absoluta de la vida del Espíritu Santo; y el Espíritu Santo, definiens replicativus de la forma de unidad del Padre con el Hijo, es manifestación absoluta de la vida de la forma de unidad del Padre con el Hijo ( es el fin del gene, , de ). La razón de ser de la vida absoluta de las personas divinas entre sí no hace que las personas divinas constituyan tres vidas absolutas; antes bien, única vida absoluta, que es, a su vez, definición viviente cuyos términos “circunlogéticos” o procesionológicos, a nivel hipernoético, son:
la generación del Hijo por el Padre;
la espiración del Espíritu Santo por la unidad del Padre con el Hijo;
la inspiración de la forma de unidad del Padre con el Hijo por el Espíritu Santo.
La concepción genética de la realidad divina es, pues, la vida absoluta de las personas divinas entre sí constituyéndose en plenitud de ser de su estado de ser, de su acto de ser, de su forma de ser y de su razón de ser.
Si decimos que la definición es el lenguaje de la metafísica, la definición absoluta será el lenguaje de las personas divinas entre sí. Ahora bien, el lenguaje absoluto es manifestación plena de la realidad o vida absoluta constituida por las personas divinas en plenitud de ser de su estado de ser, de su acto de ser, de su forma de ser y de su razón de ser, hasta tal extremo que la definición absoluta o metafísica QUOAD SE es manifestación absoluta de la vida absoluta de las personas divinas entre sí por las propias personas divinas entre sí. Esta definición absoluta o metafísica es QUOAD NOS viviente definición transcendental.
El modelo absoluto es CIRCUNGÉNESIS o concepción genética de la existencia y de la vida en plenitud; esto es, del “SER+” constituido:
en el orden dianoético, por dos personas divinas en inmanente complementariedad intrínseca [≑] que se comportan mutuamente como modellans y modellatum —como definiens y definiendum (Véase Definición)— agentes y receptivos[1];
en el orden hipernoético, por tres personas divinas en INMANENTE COMPLEMENTARIEDAD INTRÍNSECA [≑≑] que se comportan mutuamente como modellans y modellatum —como definiens y definiendum— agentes, receptivos y replicativos[2].
No hay que confundir, por otra parte, “vida” con “existencia”, aunque la existencia de las personas divinas sea la plenitud de vida absoluta. En el ámbito ad extra del modelo, las cosas, por ejemplo, “existen”, pero no viven. La existencia, referida a la vida, posee, además, dos niveles fundamentales: la existencia de los vivientes impersonales es vida subconsciente, mientras que la existencia de los vivientes personales es vida consciente. Puede afirmarse que todo lo que vive existe, pero no todo lo que existe vive. Las personas divinas no se dan la existencia, porque habría que admitir la creación ad intra: el Padre no da al Hijo la existencia, pues, en este caso, el Hijo resultaría creado por el Padre. Las personas divinas no se dan la existencia, pero se comunican la forma personal de su única existencia. ¿Qué quiere decir esto? Que las personas divinas se comunican entre sí su forma de vida absoluta. ¿Cómo? Si tenemos en cuenta la plenitud de la razón de ser o circunlógesis, las personas divinas se comunican entre sí del siguiente modo: el Padre engendrando al Hijo; la unidad del Padre con el Hijo espirando al Espíritu Santo, y el Espíritu Santo inspirando la forma de unidad del Padre con el Hijo.
La consciencia absoluta es PLENITUD DE SER del estado absoluto de ser de las personas divinas constituyéndose en omnisciente vida omnipotente. Lo mismo hay que afirmar del amor absoluto: este es PLENITUD DE SER del ACTO ABSOLUTO de ser de las personas divinas constituyéndose en omnipotente vida omnisciente. El enunciado es preciso: si me refiero a la consciencia absoluta, la omnisciente vida omnipotente es congenitud o concepción genética de la sustancia; si me refiero al amor absoluto, la omnipotente vida omnisciente es transverberación o concepción genética de la esencia. El conocimiento absoluto o divino es, en efecto, omnisciente vida omnipotente de las personas divinas entre sí. Dicho de un modo más simple: la congenitud se refiere al conocimiento divino, que siendo vida absoluta, todo lo puede; la transverberación se refiere, a su vez, al poder divino, que siendo vida absoluta, todo lo conoce.
Todo en las personas divinas es PLENITUD DE SER; consiguientemente, todo es en las personas divinas vida absoluta. Si nos referimos al conocimiento absoluto, congénesis transververativa o transverberación congenética —esto es, a la concepción genética de la sustancia o consciencia potestativa y a la concepción genética de la esencia o potestad consciencial—, aquel es PLENITUD DE SER; por tanto, es vida absoluta o infinita.
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Esto quiere decir que, en el modelo genético a nivel dianoético [ ≑ ], es modellans agens de que es modellatum receptivum de ; y es modellans receptivus de que es modellatum agens de . El enunciado es sencillo: modela a con su acción agente; modela a con su acción receptiva; es modelado por la acción agente de ; es modelado por la acción receptiva de . No son dos modelos absolutos, sino la genética relación absoluta de dos términos: quien modela al otro con su acción agente y quien modela al otro con su acción receptiva.
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Esto quiere decir que, en el modelo genético a nivel HIPERNOÉTICO [ ≑ ≑ ], es modellans agens de que es modellatum receptivum de ; es modellans receptivus de que es modellatum agens de ; la unidad de con es modellans coagens de que es modellatum replicativum de la unidad de con ; es modellans replicativus de la forma de unidad de con , que es modellatum coagens de .