PROCESIONES MÍSTICAS

De Escuela idente

PROCESIONES MÍSTICAS: ¿Cuántas procesiones hay ad extra? F. Rielo concibe el término procesión de dos modos: procesión divina ad intra, que es la que tiene por acción agente y acción receptiva a las propias personas divinas; procesión divina ad extra, la que tiene por acción agente a las personas divinas y por acción receptiva, el ente creado. Además, están las procesiones místicas, que son el trasunto ad extra de las procesiones divinas ad intra, y cuya raíz ontológica es la DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA elevada a DIVINA PRESENCIA SANTIFICANTE O MÍSTICA PROCESIÓN . Las procesiones místicas son tres: generación, espiración e inspiración.

Recuerda F. Rielo que santo Tomás entiende por procesión ad extra, transeúnte o temporal, aquella que, verificándose hacia fuera (ad extra) del mismo Dios, es de ALGO que tiene fuera de quien procede (transeúnte) su existencia. Son como una prolongación o extensión en nosotros de las procesiones eternas[1], estando el Padre en el alma engendrando al Hijo, y el Padre e Hijo espirando al ESPÍRITU SANTO[2]. Hay, según esta definición, múltiples procesiones ad extra: primero, las que dicen relación con la creación, conservación y gobierno; segundo, las que dicen relación con la presencia de inmensidad (por esencia, por presencia, por potencia) de Dios en las criaturas, con la presencia sustancial (o inhabitación por la gracia), con la presencia de unión o personal (o hipostática del Verbo); tercero, las que dicen relación con los atributos divinos (misericordia, bondad, sabiduría, omnipotencia…); cuarto, las que dicen relación con las misiones divinas (redención, SANTIFICACIÓN…).

Para nuestro teólogo existen solo tres procesiones divinas ad extra: la ACTIO IN DISTANS del sujeto absoluto en el VACÍO DE SER y en las cosas y sus fenómenos; la DIVINA PRESENCIA REVERBERATIVA en los VIVIENTES NO PERSONALES; y la DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA en los vivientes personales, que, elevada al orden santificante o HIPERNOÉTICO , es la mística procesión (Véase DIVINA PRESENCIA SANTIFICANTE O MÍSTICA PROCESIÓN). Esta mística procesión es la raíz ontológica de las procesiones místicas , trasunto ad extra en el ser humano de las procesiones divinas ad intra: generación, espiración e inspiración. La DIVINA PRESENCIA CONSTITUTIVA es sub ratione creationis, mientras que la mística procesión es sub ratione sanctificationis.

1.- ¿Qué son las procesiones místicas y en qué consisten? – Subraya F. Rielo que la divina presencia constitutiva por la que la persona humana, quedando sellada, supuesta su creación ex genetica possibilitate (de la genética posibilidad o concepción genética de la nada), en mística DEIDAD de la (Véase Del/de la) divina deidad, es verdadera PROCESSIO RADICALIS . Esta designación se debe a que Dios nos crea a su imagen y semejanza; por tanto, procedemos de esta imagen en virtud de que la divina imagen impresa en nuestra DEIDAD no puede ser por creación; antes bien, por procesión. Esta PROCESSIO RADICALIS dianoetíca es elevada al nivel HIPERNOÉTICO a mística procesión , que es un activo sobrenatural infuso del ACTO ABSOLUTO y su sujeto absoluto constituido por las tres personas divinas con sus procesiones (generación, espiración e inspiración) de tal modo que obran en nuestra deidad lo que significan: la GENERACIÓN MÍSTICA , la ESPIRACIÓN MÍSTICA y la inspiración mística . La GENERACIÓN MÍSTICA, teniendo su origen en la generación divina, es por la que, siendo hijos del Padre, el Verbo ya no es solo Hijo Unigénito, sino también Primogénito de muchos hermanos; la ESPIRACIÓN MÍSTICA, teniendo su origen en la espiración divina, es por la que con la unidad pura de la ingenitud activa del Padre y el ingenerante activo del Hijo espiramos al Espíritu Santo; la inspiración mística, teniendo su origen en la inspiración divina, es por la que con el Espíritu Santo nos atraemos la unidad pura del Padre con el Hijo. Las procesiones místicas hacen del bautizado mística santísima trinidad de la Divina Santísima Trinidad.

2._- ¿Qué sentido tienen las procesiones místicas: generación, espiración e inspiración? –_ Según F. Rielo, las procesiones místicas tienen como agente a las personas divinas y su acción receptiva es la persona humana, que es signo visible de la realidad invisible. Esta realidad invisible que constituye, ontológicamente, a la persona humana es:

  1. sub ratione creationis, la divina presencia inhabitante en su espíritu creado que hace del ser humano ontológica deidad de la metafísica Deidad;

  2. sub ratione sanctificationis, la mística procesión que, elevando la divina presencia constitutiva a inhabitación de las personas divinas en el espíritu creado, hace de este mística u ontológica santísima trinidad de la divina o metafísica Santísima Trinidad.

La palabra ‘MÍSTICA’ en su acepción originaria significa: ‘signo visible de una realidad invisible’; de aquí, que al principio el término ‘mística’ fuera utilizado como sinónimo de ‘sacramento’ y ‘misterio’. El ser humano puede decirse, de este modo, sacramento y misterio de la Santísima Trinidad.

3.- ¿Qué son los UNCIALES? – Los UNCIALES son ‘toques, caracteres, marcas’ en el espíritu humano, siendo la fuente de las procesiones místicas: generación, espiración, e inspiración. Según F. Rielo_, la GENERACIÓN MÍSTICA_ es recrearme engendrando los dos —el Padre divinamente y yo místicamente— al Hijo, y, con el Padre y en el Hijo, engendrar místicamente a la gracia a otros seres humanos. En esto consiste la paternidad mística del apóstol, o paternidad por poder y por gracia, y nunca una paternidad absoluta: solo hay un Padre, el del cielo (Mt 23,9). A su vez, la ESPIRACIÓN MÍSTICA, es recrearme espirando los tres —ellos divinamente y yo místicamente— al Espíritu Santo, y con el Padre y el Hijo y en el Espíritu Santo, espirar místicamente a otros seres humanos. El apóstol, como padre místico, y como hijo del Padre y hermano de Cristo, infunde, anima, mueve a las almas a la conversión, al crecimiento en gracia. Y, la inspiración mística es recrearme inspirando con el Espíritu Santo —Él divinamente y yo místicamente— al Padre y al Hijo, y con el Espíritu Santo y en el Padre y el Hijo, inspirar místicamente a otros seres humanos. El Espíritu se atrae, de este modo, hacia sí, al Padre y al Hijo para envolverlos, como persona divina que es, en su Espíritu Santo. El alma elegida está entonces —atrayéndose siempre—, unida al Espíritu Santo, al Padre con el Hijo. El apóstol, de este modo, se atrae místicamente hacia sí, en el Padre y en el Hijo, con el Espíritu Santo, a las almas en orden a su SANTIFICACIÓN.



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  1. Commentum in Librum I Sententiarum d.14 q.1 a. 2.
  2. Commentum in Librum I Sententiarum d.15 q.2 ad. 4.